La reflexión que pretendo realizar en este espacio quizás pueda parecer una nimiedad, un asunto sin ningún tipo de importancia, pero a mí me parece un micromachismo que se repite a menudo en base a los roles de género, en los que se espera que actuemos según nuestro sexo asignado. Centrándonos en el asunto, el caso es que yo soy muy cafetero y, normalmente, cuando salgo con mi pareja a tomar algo suelo pedir café. Mi pareja, por su parte, suele tomar cerveza. Pues bien, en un porcentaje muy elevado de las ocasiones, y da igual que quien nos atienda sea hombre o mujer, mayor o joven, el café se lo ponen a ella y la cerveza a mí. Es un asunto este que nos ha llegado a obsesionar y no importa quien pida la consumición y de que modo la pida que, si el camarero no pregunta de quién es cada cosa, el 100% de las veces sirven al hombre la cerveza y a la mujer el café. Nunca (y si hubiera pasado lo recordaría perfectamente) han puesto el café al hombre y la cerveza a la mujer. En menor medi...
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