Herstory - Olympe de Gouges (1748-1793)

Me he decidido por hablar en el reto de esta semana de Olympe de Gouges porque era una mujer de la que no conocía absolutamente nada y después de leer acerca de ella en este módulo he profundizado sobre su figura y me parece fundamental en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres y por los derechos de los más oprimidos.
Olympe de Gouges fue escritora, abolicionista y feminista. Nacida en Francia en una familia burguesa, cuanto contaba con 17 años fue casada con un hombre mucho mayor que ella. Tuvo un matrimonio muy infeliz y quedó viuda muy joven. En 1788 se trasladó a París, donde se cambió de nombre y emprendió su carrera literaria, escribiendo obras de teatro, a pesar de la escasa educación que había recibido, orientados a la defensa de sus ideas innovadoras.
En 1789 se asomó a la Revolución Francesa defendiendo una monarquía moderada y apoyando al rey Luis XVI durante su juicio. En este periodo escribió un gran número de artículos, manifiestos y discursos. Sus trabajos fueron profundamente feministas y revolucionarios.
Está considerada una de las primeras feministas. En otros escritos atacó la esclavitud y la pena de muerte y argumentó a favor del divorcio. Defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos de la vida pública y privada, incluyendo la igualdad en el derecho a voto, en el acceso al trabajo público, a acceder a la vida política, a conseguir el mismo derecho a la educación, y otra serie de temas.
En 1791 escribió su famosa Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana como reacción a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que sólo reconocía la condición de ciudadanía a los hombres y dejaba a las mujeres en una situación de inferioridad.
Se puso del lado de los girondinos y publicó panfletos contra Marat y Robespierre. Fue detenida el 20 de julio de 1793, condenada a muerte y guillotinada el 3 de noviembre de 1793, principalmente a causa de sus escritos sobre la igualdad entre mujeres y hombres.
Como muestra de su carácter y su lucha por los derechos de las mujeres, se puede ver lo que dice en el Epílogo de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana:
¡Mujer, despierta!; el arrebato de la razón se hace oír en todo el universo; reconoce tus derechos. El potente imperio de la naturaleza ha dejado de estar rodeado de prejuicios, fanatismo, superstición y mentiras. La antorcha de la verdad ha disipado todas las nubes de la necedad y la usurpación. El hombre esclavo ha redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas. Pero una vez en libertad, ha sido injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres!, ¡mujeres!, ¿cuándo dejaréis de estar ciegas?, ¿qué ventajas habéis obtenido de la revolución?: un desprecio más marcado, un desdén más visible. (...) Cualesquiera sean los obstáculos que os opongan, podéis superarlos; os basta con desearlo.


La Declaración completa puede leerse aquí


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